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domingo, 18 de diciembre de 2011

Iberoamérica: raíces geográficas e históricas

REDESCUBRIENDO IBEROAMÉRICA.
Luís A. Montes Bellina*

Excelentísimo Señor presidente de la Confraría Marítima de Portugal, Almirante Don Alexandre da Fonseca, Excelentísimo Señor Presidente de FIDALMAR, Federación Internacional de Ligas y Asociaciones Marítimas y Navales, Don Felipe Segovia Olmo, Excelentísimo Señor Vicepresidente de FIDALMAR Almirante Don Eri Solís Oyarzun de la Liga Marítima de Chile, Ilustrísimo Señor Secretario General de FIDALMAR Coronel Inf. De Marina Don Jesús Peiro Artal de la Real Liga Naval Española, distinguidas damas y caballeros representantes de las Naciones adscritas a FIDALMAR aquí presentes.

Muito Bom Dia.

No sería posible mencionar a Portugal o a España, juntas o por separado, sin relacionarlas directamente con el descubrimiento de América y el conjunto de naciones que han nacido con el producto de su colonización, creando una gran nación Iberoamericana;
Y no digo separada, digo unida por el Océano Atlántico, tal como la vemos en nuestros días hecha realidad, y que en la actualidad, y repito actualidad, abarca desde los Pirineos hasta el Brasil, la Patagonia y Tierra del Fuego, incluyendo en Norteamérica La Florida, California, Tejas, México, Caribe, naciones hispanas de Norte y Centro América.
Para tener plena consciencia de nuestra situación, creo necesario el tener que refrescar la memoria o aclarar ciertos antecedentes históricos, habiendo algunos que, o no han sido divulgados suficientemente o todavía no había confirmación de los hechos por parte de investigadores históricos, pero no cabe duda que nuestra historia, peninsular y americana es común y convergente.
Ahora todos tenemos conocimiento que en la actualidad ya existen pruebas históricas que los Vikingos llegaron al Continente Americano antes que Colón; también hay ciertos indicios que otros europeos visitaran América antes, y que podrían ser probatorios, como por ejemplo la Capilla de Rosslyn en Escocia; se dice que es de ascendencia Templaria, construida en el año de 1440 y en cuyo artesonado superior vemos que está rodeado por frutos del maíz y cactus americanos, plantas supuestamente desconocidas en Europa por esas fechas.
Pero, ¿el encuentro de Cristóbal Colón con la Isla de Guanahaní (San Salvador) en el archipiélago de las Bahamas y posteriormente la Isla la Española, actualmente República Dominicana, fue realmente fortuito?
Esta es una incógnita que muchos historiadores se preguntan continuamente desde fechas inmediatas al propio descubrimiento.
Ya en La Española corrió el rumor que Colón no había llegado a esas tierras por casualidad ni por sus conclusiones científicas, sino que disponía de «información privilegiada», pero ahora ya está confirmado que Cristóbal Colón tenía información de la existencia de tierra más al oeste de las islas portuguesas.
Hay divergencia entre los distintos cronistas que hacen eco del suceso, pero esencialmente hablan de una nave arrastrada al otro lado del Atlántico por los vientos y las corrientes y que pudo regresar al Viejo Mundo con grandes dificultades, sólo quedó un solo superviviente que oportunamente informó a Cristóbal Colón de la existencia de esas tierras y de los rumbos de ida y de vuelta, así como el aprovechar los vientos alisios en determinados meses del año. También existe otra incógnita por investigar, que es conocer la razón por la cual, la vela mayor de la Santa María llevaba la Cruz Templaria.
Fray Bartolomé de Las Casas, habla del piloto superviviente de esa expedición que llegó a Porto Santo, y dice: «el cual, en reconocimiento de la amistad vieja o de aquellas buenas y caritativas obras, viendo que se quería morir [que se iba a morir] descubrió a Cristóbal Colón todo lo que les había acontecido, y diole los rumbos y caminos que habían llevado y traído, y el paraje donde ésta isla (se refiere a La Española) dejaba o había hallado, lo cual todo traía por escrito». Otros cronistas abundan en esa hipótesis, y el Inca Garcilaso llega a identificarlo como: Alonso Sánchez, de Huelva.
En su estadía en Portugal, Colón fue informado por marineros portugueses versados en la navegación atlántica, de la existencia de islas que permitían hacer escala en la navegación transoceánica; e incluso que, como aseguran teorías menos contrastadas, tuviera noticias procedentes de marinos portugueses o nórdicos de la existencia de tierras por explorar al otro lado del Océano.
Documentado con toda la información conseguida y más datos que tenía Colón en su poder, con la ayuda del astrónomo, el fraile fray Antonio de Marchena y gracias a los Duques de Medinaceli y Medina-Sidonia, pudo llegar a los Reyes Católicos para convencerles de iniciar la Gran Empresa.
Por el año de 1492 España y Portugal, adolecían una situación de mucha tensión política. España había recuperado la ciudad de Granada, el último baluarte musulmán, pero Portugal llevaba ventaja en cuanto a la conquista de territorios, acumulando de esta manera riquezas y plasmando en el mapa del mundo las nuevas tierras adjudicadas, habiendo bordeado la costa occidental de África, llegando al cabo de Buena Esperanza en 1488, dejando abierto el océano Índico a la navegación.
España, en presencia de esta situación vislumbró una gran oportunidad en el plan de Colón, una vez reconquistada Granada, para extender sus territorios y sus riquezas. Con todas las venias del caso, en el año de 1492, Cristóbal Colón zarpó navegando hacia el oeste creyendo que llegaría a la India y así descubrió el Nuevo Mundo.
A su regreso, un temporal le obligó recalar en Lisboa, donde el rey Juan II de Portugal se enteró de su descubrimiento antes que los patrocinadores españoles de Colón. El rey Juan II entonces reclamó de inmediato derechos sobre toda tierra situada al oeste de África, sacando a relucir El Tratado de Alcáçovas de 1479, suscrito por Alfonso V de Portugal y los Reyes Católicos, poniendo entre otras cláusulas asuntos concernientes a la política exterior, en un momento en que los dos reinos competían por el dominio del Océano Atlántico y de las costas africanas. En dicho tratado se le reconocía a Portugal su dominio sobre Madeira, las Azores, Cabo Verde, Guinea y en general todo lo que es hallado e se hallare, conquistase o descubriere en los dichos términos, allende de que es hallado ocupado o descubierto. A Castilla se le otorgaba las Islas Canarias.
Los reyes Católicos para reconfirmar la plena soberanía castellana sobre los territorios descubiertos por Colón, acudieron al veredicto papal.
La arraigada tradición teocrática de los pontífices, imponía su arbitraje en el mundo cristiano para asuntos territoriales. Le correspondió pues, al valenciano Rodrigo Borgia, que era el Papa Alejandro VI y además pariente de Fernando el Católico, proceder al reparto de las tierras y los océanos del Nuevo Mundo entre las dos potencias, Castilla y Portugal, que optaban a su descubrimiento, colonización y dominio.
De mayo a septiembre de 1493 se dictaron cuatro bulas Alejandrinas, donde se fijó el meridiano divisorio de las zonas de influencia española y portuguesa, situándolo 100 leguas al oeste de las Azores y Cabo Verde, siendo la zona occidental la correspondiente a Castilla y Aragón y la oriental a Portugal. Decretando además, la excomunión para todos aquellos que osasen viajar a las Indias sin autorización de los reyes de Castilla.
Las bulas Alejandrinas, en especial de la última “Inter Caetera” fueron muy favorables a los Reyes Católicos. Juan II de Portugal, no quedó satisfecho porque quedaba excluido de las empresas americanas, ya que la línea imaginaria trazada por designio papal le relegaba sólo a las costas africanas, quedando el Nuevo Mundo de forma exclusiva para los reyes de Castilla y de Aragón.
Las críticas circunstancias del momento político, para evitar futuros conflictos entre las coronas de España y Portugal interesadas en el control de los mares y tierras exploradas por sus marineros, aconsejaron a los Reyes Católicos pactar con el Rey de Portugal Juan II, unas nuevas condiciones firmándose el famoso Tratado de Tordesillas que es calificado y estudiado actualmente como el primer tratado moderno de la historia europea, pues por primera vez, al lado de los diplomáticos que llevaban las conversaciones, había dos grupos de peritos (españoles y portugueses) que los asesoraban técnicamente.
Dicho Tratado, compromiso suscrito en Tordesillas provincia de Valladolid, el 7 de junio de 1494, por embajadores plenipotenciarios de Isabel y Fernando, reyes de Castilla y Aragón, y de Juan II rey de Portugal, establecía un reparto de las zonas de conquista y anexión del Nuevo Mundo, mediante una línea divisora del Océano Atlántico y de los territorios adyacentes. Dicha línea tenía sus extremos en ambos polos geográficos, pasando a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Esta línea viene a estar situada sobre el meridiano 46º 37’ de longitud oeste (que pasa prácticamente por la actual ciudad de São Paulo, Brasil).
Los dos originales del tratado se conservan en el Archivo General de Indias en Sevilla y en el Arquivo Nacional da Torre do Tombo en Lisboa
La gran diferencia de la nueva demarcación con la anterior, establecida por las bulas pontificias, es que la parte oriental de América del Sur, el Brasil, quedaba ahora adscrito al área de acción de Portugal, lo que posibilitó el sometimiento a su soberanía cuando en el año de 1500 Pedro Álvares Cabral arribó a costas brasileiras.
Todo el sur del continente americano, desde el Istmo de Panamá hasta el Cabo de Hornos está dividido longitudinalmente por una gran pared o muro, barrera prácticamente infranqueable, con 7240 Km. de largo, con un anchura media de 240 Km. y una altitud promedio de 4400 metros sobre el nivel del mar. Es la Cordillera de los Andes, que separa e incomunica las costas del Atlántico con las del Océano Pacífico, amén de la Selva Amazónica, de extensísima superficie con las dificultades que conlleva el atravesarla, con ocho países, que hoy día integran el llamado Pacto Amazónico: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana, Surinam y Venezuela.
La ubicación estratégica del istmo de Panamá y la corta distancia entre los océanos dio lugar a varios intentos a lo largo de los siglos para crear una ruta a través del istmo, porque el único paso marítimo viable era el Estrecho de Magallanes o el Cabo de Hornos, y hasta nuestros días continúa siéndolo, aparte del Canal de Panamá, que por cierto,Vasco Núñez de Balboa en 1514 fue el primero en concebir la idea de dividir el istmo, construyendo una vía de agua que permi¬tiera a las embarcaciones provenientes de Europa proseguir la navegación hacia el oeste.
En 1524, el rey Carlos V sugiere que excavar un canal en algún lugar de Panamá haría que los viajes a Ecuador y Perú fuesen más cortos y permitiría que los buques evitaran el Cabo de Hornos y sus peligros, especialmente para el transporte de oro y plata. Un primer proyecto se realizó en 1529, pero la situación política en Europa y el nivel tecnológico de la época lo hicieron imposible.
El primer navegante portugués que se interesó en la construcción de un canal en Centroamérica fue Magallanes en 1520, viendo la necesidad de encontrar una vía fácil de llegar a los Mares del Sur. En 1550, otro navegante portugués, Antonio Galvao, pensó en un paso artificial y que la ubicación posible sería: Tehuantepec, Nicaragua, Panamá o el Darién.
El canal fue hecho realidad e inaugurado exitosamente en 1914; el primer barco en cruzarlo, fue el Ancón de bandera peruana, de 10.000 toneladas. En el presente está cercano el número un millón de barcos que lo crucen.
Pero cada día se hace más necesaria la apertura de nuevas vías de comunicación entre las costas de Sudamérica, pues el volumen de tráfico comercial crece en proporción geométrica, siendo insuficiente el cruce por el Canal de Panamá, y el tráfico por el estrecho de Magallanes es de muy largo recorrido, encareciendo los costes de la mercancía por el transporte.
Conscientes de la necesidad de abrir nuevas rutas, los gobiernos del Brasil con el del Perú construyen ahora la Carretera Interoceánica, una conexión vial entre estos dos países y que conecta el Océano Atlántico con el Océano Pacífico, atravesando la selva Amazónica por su parte central, ofreciendo nuevas alternativas para canalizar sus exportaciones, habilitando al Perú un acceso directo al mercado del occidente brasileño, así como una nueva ruta hacia África y Europa, mientras que para Brasil se le abre una salida directa hacia Oceanía y Asia, un mercado con más de 2 mil 500 millones de habitantes.
Con la imperiosa necesidad de intercomunicar más las cuencas de los dos océanos, ya está por empezar la construcción de una de las mayores obras de infraestructura de transporte comercial del mundo, hablamos del Corredor Bioceánico Aconcagua, que unirá Argentina con Chile.
La primera etapa consiste en la construcción de un túnel ferroviario de 52km que unirá Mendoza con la Región Central de Chile, atravesando la Cordillera de los Andes por el punto más alto de América, El Monte Aconcagua, con una pendiente de no más del 2%, lo que facilitará la conexión comercial entre ambos países y logrando la llegada de todo Mercosur hacia el Océano Pacifico, abriendo los mercados de Oriente, África y Europa, con el eje del cono Sur de América, con una previsión futura de capacidad de transporte hasta de 70 millones de toneladas/año.
Ante la fuerte crisis económica que afecta a los países industrializados del Hemisferio Norte, en el pasado mes de agosto se reunió en Santiago de Chile La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que rebajó en tres décimas su previsión de crecimiento para la región en el año 2011, debido al efecto de las turbulencias en los mercados, pero está previsto que las exportaciones crezcan un 9% en volumen y un 18% en los precios, mientras se prevé un incremento del 23% del valor de las importaciones, lo que redundaría en un superávit comercial de 80.000 millones de dólares para la región, según el documento.
La CEPAL destaca, además, que el intercambio sur-sur, liderado por China y el resto de los países emergentes, es actualmente el motor del crecimiento del comercio mundial, pero debido a las fluctuaciones en la economía europea se podría traducir en un menor ritmo de crecimiento de las exportaciones a los mercados durante 2012. "El impacto específico de esa desaceleración dependerá del tipo de productos exportados y de los mercados a que estos se dirijan" señala el informe.

Como referencia paso a informar, el detallado crecimiento económico P.I.B en % durante el año 2010 según CEPAL

Argentina 8,4 %
Brasil 7,7 %
Chile 5,3 %
Colombia 4,0 %
Ecuador 3,5 %
México 5,3 %
Perú 8,6 %
República Dominicana 7,0 %
Venezuela (República Bolivariana de) -1,6 % (% negativo)

El FMI reconoció que el bloque de países emergentes y en desarrollo tendrá los índices más elevados en el aumento del Producto Interno Bruto (PIB), que se mantendrán entre el 6,6 y 6,4 por ciento.

Los principales riesgos que enfrenta la recuperación mundial se encuentran en la Eurozona y en Estados Unidos, según el informe por la ralentización económica y por la gran turbulencia financiera en la zona euro.
Con todo lo visto y la gran cantidad y variedad de acontecimientos alarmantes que se están produciendo acumulativamente en nuestros días en muchos países del mundo, como la gran crisis económica, la crecida del terrorismo, las revueltas en casi todos los países islámicos, vuelta a la piratería en la mar, generalización de la corrupción política y administrativa, la proliferación del tráfico de estupefacientes minando a la juventud con la drogodependencia; desde tiempos inmemoriales las relaciones humanas anti-natura siempre han sido proscritas, perseguidas y rechazadas; ahora se hace apología de ellas y los gobiernos las legalizan y apoyan. Los valores que teníamos como referencia ahora son otros, que a veces nos cuesta comprender o asimilar. La sociedad, los organismos e instituciones se van amoldando y adecuando al nuevo orden, Pero no cabe duda que estamos en la antesala de cambio de un nuevo orden mundial, que no sabemos ni cómo ni cual será.
Como cosa anecdótica: Tal como dice el gallego: “No creo en meigas (o sea, en brujas), pero de haberlas, haylas”, puede llevarnos a pensar en las profecías de Nostradamus y del Calendario Maya, donde coinciden los esotéricos anunciando el fin del mundo para 2012. Pero, si es cierto, no será por un cataclismo sino un cambio radical de la civilización, tal como la conocemos actualmente.

Los aquí reunidos, gentes de Portugal y España, con unas ancestrales raíces históricas de gran riqueza, cuna de culturas, que ha llevado su sangre por el mundo compartiendo su raza, su idioma, su fe y su cultura, hacen ahora de anfitriones a nosotros, gente de las Américas, de países jóvenes en el contexto político mundial, pero de un continente con riquísima historia, de culturas milenarias, donde florecieron avanzadas civilizaciones, como el gran imperio Inca, el Maya y el Azteca.
La Santa María, La Pinta y la Niña con Colón al mando, en nombre de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, empezaron la historia al unir a dos mundos en el año de 1492, y en 1500 en nombre de Portugal Pedro Álvares Cabral arribó a costas brasileiras, uniéndonos en una gran nación íbera donde hablamos el mismo idioma, profesamos la misma fe, nos llamamos igual con los mismos apellidos, con las mismas costumbres; en definitiva, tenemos las mismas raíces.
Por lo anteriormente dicho, estoy convencido que nuestras relaciones se deben estrechar, uniéndonos los países iberoamericanos junto con España y Portugal, para formar un bloque sólido, de esa manera nos hará fuertes, y que en el futuro podríamos soportar cualquier embate político, económico o social. Debemos luchar para reivindicar el nombre de Iberoamérica o iberoamericano, desechando drásticamente el apelativo de “Latinoamericano”, invento francés para diferenciar a sus súbditos americanos con los otros y ahora muy popularizado por los estadounidenses para segregar a los habitantes nacidos fuera de su nación, después de haber usurpado el nombre de todo un continente.
Lo que sí estamos seguros, que la Marina es única y universal, navegando todos en el mismo líquido azul, cada uno bajo la bandera de nuestra respectiva nación, pero compartiendo las mismas tradiciones, las mismas costumbres, los mismos uniformes, valorando la abnegación, el espíritu de sacrificio y el cumplimiento del deber, sea del país que fuere y sabemos que la sintonía entre marinos es automática incluso hablando idiomas diferentes. Por eso la unión debe empezar por nosotros mismos.

E agora, para finalizar eu gostaria de dizer que eu tenho que agradecer a Portugal e Espanha, que nesta conferência me deram a oportunidade de ter falado com você em castelhano e falar um pouquinho de Português, mas se não fosse pelos reis católicos Fernando e Isabel e João II, eu Posso estar falando em outra lingua muito diferente.
Muito obrigado.

* Presidente de la Asociación Nacional Pro Marina del Perú, Filial España. Colaborador de «Foro Geomarítimo». Discurso de Orden en Sesión de la Asamblea General de la Federación Internacional de Ligas y Asociaciones Marítimas y Navales FIDALMAR, en Lisboa el 20 de septiembre de 2011.